Las claves y curiosidades del arcoíris más largo de la historia

Los arcoíris pueden definirse como uno de los fenómenos naturales mas bellos del mundo. Una gama de hasta siete colores se aúna en un proceso digno de apreciar que merece la pena analizar. Sin duda, uno de esos sucesos naturales que consiguen dejar impresionados a toda aquella persona que tiene la suerte de presenciarlo. A todo el mundo le gustan este tipo de fenómenos, por eso te sorprenderá saber que ha tenido lugar en Taiwan el arcoíris más largo jamás conocido. Te lo contamos.

Festival de color

Los arcoíris suelen ser unos sucesos tan bellos como efímeros que apenas duran unos minutos hasta que acaban desvaneciéndose en la inmensidad del espacio. Un fenómeno fugaz que muchos han podido apreciar pero que en incontables ocasiones desaparece de forma repentina imposibilitando una mayor admiración. Está claro, lo único que no nos gusta de los arcoíris es que se escabullen con facilidad. Por eso nos ha sorprendido tanto que los profesores y estudiantes de la Chinese Culture University de Taiwan hallan documentado un arcoíris de casi 9 horas.

El cuerpo docente y el alumnado de la Univerisdad de Taiwan se quedó petrificado al contemplar que el espectacular arcoíris que tenía ante sus ojos no se desvanecía por mucho que pasaran las horas. Finalmente, y después de 8 horas y 58 minutos, este increíble fenómeno se fue desvaneciendo como el vaho de un cristal ante una ráfaga de aire frío.

Superando récords

Los expertos aseguran que no es normal que un arcoíris tenga tanta duración, ya que lo más normal es que este tipo de fenómenos se desvanezcan en una hora. Un proceso basado en la descomposición de la luz solar en el espectro visible produciendo refracción en el momento que los rayos de sol atraviesan las diminutas gotas de agua almacenadas en la atmósfera.

Cabe destacar que este impresionante suceso ha desbancado con solvencia al arcoíris que se produjo en la ciudad británica de Yorkshire en 1994. Un proceso que había alcanzado la duración total de seis horas y que se veía como un récord imposible de superar. Desde la Universidad de Taiwan no pueden estar más contentos por haber tenido la oportunidad de presenciar un proceso único, y esta vez sí, parece que irrepetible.